Respira, piensa, actúa
Los desafíos son parte de la vida diaria y ocurren en todo momento. El paso más importante para desarrollar la confianza que necesita su niño pequeño para enfrentarlos es proveerle su amor y apoyo.
Calmarse empieza con C
Es importante ayudar a los niños a reconocer que todas las emociones son algo normal que todas las personas sienten alguna vez. Cuando las emociones son fuertes, los niños necesitan estrategias que les permitan manejarlas. La estrategia “respira, piensa y actúa” que se describe a continuación funciona como un semáforo, pues ayuda a los niños a tomar una pausa y pensar en un plan antes de tomar acción. Esta estrategia es de especial utilidad cuando los niños experimentan frustración, enfado o tristeza.
Prueben esto en casa
Aprender a controlar las emociones fuertes y a encontrar soluciones para sentirse mejor puede cultivar la perseverancia y la resiliencia en los niños desde temprana edad. Utilicen la estrategia: “Respira, piensa, actúa” siempre que sea necesario.
Pasos:
- Respira: Anímelo a poner las manos sobre el estómago, respirar profundo tres veces hacia dentro por la nariz y hacia afuera por la boca. Pídale que se siente y que se susurre a sí mismo: “cálmate” u otra frase alentadora.
- Piensa: Luego, ayude a su hijo o hija a entender el problema y a pensar en un plan para resolverlo. Motívelo a expresar cómo se siente y por qué. Puede ayudarlo a encontrar las palabras diciéndole lo que nota (“Parece que te sientes frustrado porque no pudiste ponerte el abrigo”). Ayúdelo a crear un
plan para resolver el problema (“¿Qué tal si desabrochas el primer botón del abrigo?”). - Actúa: Ahora, anime a su hijo o hija a escoger un plan e intentarlo. Pregúntele: “¿Cuál es el mejor plan? Intentémoslo”. Si el plan no funciona, pregúntele: “¿De qué otra manera podrías hacerlo?” y vuelvan a intentarlo. Recuérdele que aprender nuevas cosas lleva práctica. No es que nunca pueda hacerlo, sino que no puede hacerlo todavía.
- Mantengan una lista de soluciones a los problemas que hayan enfrentado en el pasado para consultarlos en el futuro. Anime a su niño a dibujar las soluciones en una lista.
Para conversar
Cuando los niños se sienten enojados, frustrados, heridos o confusos, podrían actuar con agresividad. Motívelo a sentarse en un lugar favorito donde pueda estar tranquilo y decirse a sí mismo: “Cálmate” o “respira lento y profundo”.